Dejar el consumo de cualquier sustancia adictiva o una conducta adictiva no es más que el inicio del camino.
Cuando rompes la relación destructiva con la sustancia consigues desprenderte de tu verdugo, sales de ese aislamiento producido por el consumo o conducta adictiva, ya no estamos encadenados, pero: ¿cómo quedo nuestro ser?,¿cómo quedaron nuestras relaciones? ¿Nuestros hábitos o nuestra autoestima…?
Quedamos libres, pero tras un fuerte maltrato autoinfligido queda un ser herido, asustado, sin herramientas para avanzar
Pensaba que un tratamiento de adicciones era dejar de consumir, pensaba que sacando el consumo de mi vida volvería a ser feliz, pero la felicidad no se basa en el no consumo sino en el aprender a vivir sin consumo, ¿cuál es la diferencia? Vivir sin consumo es una meta de vida que nos llevara siempre a tener miedo al consumo, a luchar cada día por no hacerlo siendo el objetivo principal para que nada se desmorone, en cambio aprender a vivir sin consumo significa que aprenderás a gestionar tu vida de tal manera que nunca te plantearas un consumo, porque no será necesario, no querrás boicotear algo que sabes que puedes afrontar, no querrás esconderte de algo que sabes que no te dañara sino se lo permites, no querrás aislarte de nada porque habrás aprendido a vivir entendiendo que todo incluso lo malo forma parte de nuestro crecimiento personal, de nuestra vida
Cada sesión de tratamiento que realice me ayudo a verme, conocerme, identificar mis debilidades y fortalezas, mejorar mi autoestima, aprendí a vivir sin consumo.
Dejar un comentario